He estado reflexionando sobre el papel de tres maravillosas madres en la saga de Harry Potter: la mamá de Harry, la de Ron y la de Draco.
Lilly Potter marcó a su bebé con el "hechizo del amor" con tal fuerza que le salvó la vida ante el ataque feroz y despiadado de Voldemort. Su sello quedó en tal forma plasmado en su hijo que le mantuvo vivo incluso después de su valiente y voluntaria entrega. Lilly nos muestra cómo no hay fuerza más grande que el amor de una madre, más poderoso que la peor magia negra.
La señora Weasley, en el último combate en Howarts, al ver a la maldita Bellatrix amenazando la vida de su hija Ginny, cobra una fuerza, poder y carácter extraordinarios, que no había mostrado en todo el resto de la historia. Verdaderamente se transforma en una feroz hechicera dispuesta a darlo todo en el combate para salvar a Ginny, aún cargando el dolor de la pérdida de uno de sus gemelos, destruye a la malvada espectacularmente.
Finalmente, el amor de madre vuelve a salvar a Harry, el de la mamá de su permanente enemigo Draco. La mortífaga Malfoy se acerca a verificar la muerte del héroe y al verlo vivo encuentra la posibilidad de salvar a su propio hijo, dándole a Harry la oportunidad de fingirse muerto para después vencer en la batalla final a Voldemort.
Sacrificio, entrega, astucia y la defensa de los hijos por encima de todo son características de una madre, de estas tres madres ejemplares, aunque sean brujas ; )
