Su esposo tiene cáncer, está enfermo de cáncer, es un cáncer muy agresivo, se le ha presentado como un cáncer asintomático, su papá murió de cáncer, le darán un tratamiento nuevo contra el cáncer, pensaba que la que enfermaría de cáncer sería ella...
Así, a sus 48 años y con un estado de salud envidiable llegó la enfermedad a su pareja, y ella aún no llora, arregla clósets, resuelve pendientes, mueve papeles, ¿por qué será que a las mujeres nos da la fiebre del activismo ante la crisis? Ella va y viene, todo el día, para no tener nada atrasado, por lo que pudiera suceder.
Ahora su vida se ha dividido como la historia de la humanidad: Antes de cáncer - Después de cáncer. La incertidumbre la gobierna: ¿qué pasará? ¿sobrevivirá? ¿cómo lo pasarán los niños? ¿tendrán un futuro juntos?
A la amiga sólo le pide oraciones, muchas oraciones, por él, por ella, por sus hijos.
Yo rezaré como me lo ha pedido y, si tengo la oportunidad, prestaré mi hombro para que broten las pesadas y profundas lágrimas que ahora tiene el corazón de mi querida amiga Ana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario