viernes, 4 de marzo de 2011
El amor no es un sentimiento
¡Claro que no es un sentimiento! Un sentimiento es algo que uno padece, que le sucede, que viene y se va, se cambia, se aumenta y se disminuye sin que podamos hacer mucho al respecto.
El amor es UNA DECISIÓN, es un acto de la voluntad que DECIDE amar a otro, buscar el bien del otro, comprometerse en conseguir la felicidad del otro.
Si el amor no fuera una decisión de la persona, no nos lo hubiera pedido Dios en los mandamientos, ni Jesucristo en el nuevo mandamiento del amor. Dios nos ha dicho: ama, debes amar, dedícate a amar. Es un trabajo que debemos hacer siempre, es para lo que existimos, para lo que hemos sido creados, para tomar nuestra persona y dedicarla voluntariamente al bien del otro.
Por eso es tan absurdo cuando una pareja dice: ya no nos amamos. Lo que pasa es que ¡ya no quieren amar! lo que se les terminó fue la voluntad de amar. Puede haber infinidad de factores que lleven a un matrimonio a cesar en ese esfuerzo, pero a pesar de todo, amar siempre será una decisión personal que se puede retomar en cualquier momento.
Amar está en ti, es lo que tú puedes hacer, es lo que tú debes hacer si lo has prometido para siempre frente a lo más sagrado y sublime el día de tu boda. Si prometiste amar todos los días de tu vida, pues AMA todos los días de tu vida.
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AY Q VIVIRLO PARA CENTIRLO
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